El 18,5% de los chicos y el 29,9% de las chicas dicen que siempre o casi siempre beben porque les ayuda cuando se sienten tristes o “depres” (Encuesta ESTUDES 2023). En estos casos se usa la bebida como alternativa a la gestión de las emociones.
Las emociones son reacciones a las informaciones que recibimos en nuestra relación con el entorno. Las más comunes y qué más afectan a nuestro bienestar son: ira, alegría, tristeza, miedo, frustración…
Como personas adultas sabemos que en la vida ocurren muchos altibajos y que de todos se puede aprender algo. Sin embargo, en la adolescencia no solo tienen poca experiencia, sino que los cambios hormonales y vitales por los que pasan, hacen que cualquier situación sea muy difícil de gestionar.
La familia ocupa un lugar muy importante como grupo de pertenencia, aporta seguridad y protección en un momento de tantos cambios. Puede ayudar a su hija o hijo a gestionar sus emociones saludablemente. Aquí os dejamos algunas ideas:
1.- Crear un clima de confianza. Si queremos que nuestros hijos e hijas sean capaces de contarnos cómo se sienten, lo primero que tenemos que hacer es crear un clima donde sientan que pueden expresarse, sabiendo que sus emociones no serán cuestionadas ni invalidadas. Hay que encontrar el momento adecuado y buscar un espacio sin elementos distractores como el móvil o la televisión.
2.- Tener empatía y asertividad. Ponernos en su lugar, comprender sus emociones. Expresarnos sin herir los sentimientos de los demás.
3.- Tolerar la frustración. Debemos explicarles que no podemos elegir ni controlar todo.
4.- Autocontrol. Ayuda a tu hijo o hija a conocer y saber gestionar sus emociones, no dejarse llevar por ellas, actuando en automático y reaccionado sin pensar. Le estarás ayudando a identificar su estado emocional, “entrar en calma”, reflexionar y buscar soluciones.
5.- Pensar en positivo. Ser optimista y buscar soluciones frente a los problemas, en lugar de quedarse dándole vueltas.
6.- Responsabilidad individual. Es necesario que se hagan cargo de sus decisiones y asuman sus consecuencias. Después podemos ayudarles a reflexionar sobre el aprendizaje que cada situación nos aporta.